20100910

Introducción

De este busto de piedra, al que me resisto llamarle así, se ha dicho casi todo. Se dijo al principio que era un varón, el dios Apolo. Después se le convirtió en mujer, en reina, concretamente en una “Reina Mora”. Después fue una rica señora aristócrata y enjoyada. También fue una sacerdotisa ataviada con ropas de culto. Para otros era la representación de la genuina mujer española. La mayoría piensa en una diosa madre. Otros en una novia en el momento de la ceremonia del casamiento. ¿Qué más da?
Ahora, y desde que estuvo en París, se la conoce como la Dama de Elche. Se ha convertido en un título casi nobiliario y que nadie más podrá ostentar, ni siquiera si apareciese una segunda dama. Nosotros hablaremos de ella manteniéndole el título casi con devoción, pero cada vez que lo hagamos nos pellizcaremos para recordar que es sólo piedra.
Hablaremos de ella manteniendo los pies en la tierra, aunque a veces y de forma inevitable nuestro pensamiento volará haciendo alguna pirueta. En cualquier caso, nuestra meditación regresará al duro suelo y de nuevo recorrerá la senda de la investigación rigurosa.
Nuestras palabras caminarán acompañadas de muchas imágenes, la mayoría originales, que como si fuesen lucernas iluminarán nuestro camino evitando que nos perdamos en los recovecos de las descripciones.
A lo largo del blog encontraremos una nueva imagen de la Dama de Elche. Será una imagen diferente, fresca y renovada. Indudablemente hablaremos de lo que han dicho otros con anterioridad, pero intentaremos que cada párrafo sea nuevo.
Hablaremos del yacimiento donde se encontró y sus excavaciones, de las circunstancias que rodearon el descubrimiento. De la venta al Museo del Louvre y de su regreso. De la nula estratigrafía y de la situación de la pieza cuando se encontró.
También diremos algunas palabras del material que la forma y de la cantera de la que se extrajo la piedra.
Hablaremos del proceso de la realización de la escultura, de las herramientas utilizadas por su escultor, de la técnica que empleó, de la composición escultórica y de la policromía que la cubrió.
Haremos un análisis gráfico de la forma y volumen básicos de la pieza. De las partes de la escultura, de las asimetrías que tiene. Destacaremos el hueco posterior de su espalda entre otras cosas.
Estudiaremos la vestimenta que lleva colocándole a una modelo las piezas que la componen. Superpondremos estas prendas una a una, tanto las visibles en la escultura como las ocultas pero probables.
De entre el tocado de la Dama de Elche, analizaremos sobre todo, el rodete como pieza enigmática y, quizá la más emblemática de las que lleva. Para ello hablaremos del pelo de la Dama de Elche y haremos un breve recorrido por el de otras piezas ibéricas. Desarrollaremos un montaje hipotético del rodete.
Desmenuzaremos sus joyas una a una, los collares, las cuentas que los forman, las anforillas y los colgantes de lengüeta. También hablaremos de las ínfulas que le cuelgan desde las sienes y de las cuentas de la cofia que se ven sobre su frente.
Por último, nos acercaremos a la postura de la Dama de Elche si no hubiese sido un busto desde un principio. Esto nos hará desembocar en una especie de diario íntimo de la escultura, desde su comienzo como estatua de cuerpo entero en madera, hasta su final en urna cineraria inacabada en piedra.
Proponemos, en suma, un ejercicio de reflexión sobre la naturaleza y sentido de una obra maestra de la escultura, de la que sabemos muchas cosas, pero quizá pocas sean ciertas. De lo que sí estamos seguros es de que esta nueva imagen de la Dama de Elche seguirá vertiendo más tinta en el futuro.

Francisco Vives, "La Dama de Elche en el año 2000. Análisis tecnológico y artístico", Ed. Tilde. Valencia.